Desde que Internet es Internet, las historietas, los cómics, se preguntaron una y otra vez: ¿cómo aprovechar la ausencia de límites físicos que provee la pantalla? ¿cómo traducir la fisicalidad de un medio nacido en el papel a nuestros celulares, nuestras tablets y nuestras netbooks? O mejor dicho ¿cómo mutarla? Por supuesto que han existido muchas respuestas, todas válidas, y todas fueron variadas, experimentales y siguen siendo nuevas.
Desde Jason Lex a Scott McCloud, desde Ida Eva Neverdahl a Demian Farley, muchos han experimentado alrededor del planeta con la “ventana” que provee la pantalla. Pero recientemente una opción simple pero novedosa, casi vanguardista, ha surgido de un sitio no inesperado, pero sí bienvenido: las páginas de The Believer.
Para quienes lo desconocen, The Believer es una revista bimestral de cultura. Sus páginas están compuestas desde hace años de ensayos, reviews, entrevistas y, por supuesto, cómics. A la hora de las viñetas e ilustraciones ha contado con nombres como Tony Millionare, Gilbert Hernandez, Michael Kupperman, Tommi Parrish, Jason Lutes, Lille Carré, Simon Hanselman, Matt Furie y muchos más.